Uno de cuyos aspectos más destacados de la EHE-08 es su intento de dar respuesta a las demandas sociales de sostenibilidad desde el punto de vista únicamente de la estructura de hormigón. Para ello se ha planteado una estrategia consistente en:
– Asumir el ciclo de vida de las construcciones, desde su concepción hasta su demolición, potenciando en este caso el reciclaje de los residuos de hormigón generados. Se contempla el desarrollo de estrategias proactivas para disminuir y amortiguar los impactos en el tiempo mediante la extensión de la vida útil de las estructuras, a partir de los postulados de durabilidad.
– Potenciar el carácter de sumidero ambiental en las estructuras de hormigón, permitiendo incorporar en los materiales empleados para la fabricación del hormigón y de las armaduras diversos subproductos y residuos de otras actividades sin comprometer el cumplimiento de los requisitos que deben cumplir las estructuras.
– Establecer estrategias medioambientales durante la fase de construcción con un múltiple objetivo: disminuir los impactos derivados de la ejecución de la estructura, concienciar a todos los agentes involucrados en el proceso y contribuir a la mejora del conocimiento y credibilidad por parte de la Sociedad.
– Cuantificar la contribución de las estructuras al desarrollo sostenible, mediante la aplicación de indicadores en las fases de proyecto y construcción.
La EHE-08 en su anejo 13 define un índice de contribución de la estructura a la sostenibilidad (ICES), obtenido a partir del índice de sensibilidad medioambiental de la misma (ISMA), estableciendo procedimientos para estimarlos cuando así lo decida la Propiedad. Se puede realizar a través de la herramienta informática MIVES (Método Integrado de Valor para Evaluaciones Sostenibles).
Los criterios mencionados se refieren exclusivamente a actividades relativas a la estructura de hormigón. La estimación de estos indicadores de sostenibilidad o, en su caso, medioambientales contemplados en esta Instrucción, puede tener como finalidad: la comparación entre dos soluciones estructurales para una misma obra o el establecimiento de un parámetro cuantitativo de valoración de la calidad de la estructura en relación con estos aspectos.
Una estructura tiene mayor valor a efectos de sostenibilidad cuando compatibiliza las exigencias definidas con: La optimización del consumo de materiales; La extensión de la vida útil de la estructura; El empleo de cementos que incorporen adiciones minerales, que se obtengan mediante procesos que incorporen materias primas que producen menos emisiones de CO2; El empleo de áridos procedentes de procesos de reciclado; El uso de agua reciclada en la propia planta de fabricación del hormigón. El empleo de aceros: que procedan del reciclado de residuos férricos (chatarra), de menores emisiones de CO2 a la atmósfera, que demuestren un aprovechamiento de sus residuos como, por ejemplo, de sus escorias, que provengan de materias primas férricas no contaminadas radiológicamente. La implantación de sistemas de certificación medioambiental; El empleo de productos con distintivos de calidad oficialmente reconocidos; El cumplimiento de criterios preventivos adicionales; Criterios innovadores que aumenten la productividad, la competitividad y la eficiencia de las construcciones, así como la accesibilidad del usuario a las mismas; La minimización de los impactos potenciales sobre el entorno, y en general, el menor empleo posible de recursos naturales.
El índice de sostenibilidad de las estructuras de hormigón armado del código español, cuantifica la contribución de las estructuras a la sostenibilidad desarrollado en el proyecto o en la fase de construcción a partir de la aplicación de indicadores. Principalmente estimula el estudio del ciclo de vida completo del edificio, el uso de hormigón de árido reciclado, la reducción y mitigación del impacto por la ampliación de su vida útil. También promueve el uso de materiales reciclados y la reducción del impacto de la estructura del edificio. Sin embargo, no refleja suficientemente las soluciones que ayudan a la optimización de materiales y sólo se centra en el correcto uso de las soluciones elegidas [Liébana, et al.; 2010].
Este índice de la EHE-08, como el de la EAE son hitos importantes en este proceso de asumir la sostenibilidad en la construcción, más ambiciosos que en otras normativas actuales, sin embargo, con casi toda seguridad serán insuficientes en el futuro por considerar únicamente la fase de ejecución, sin valorar todo el ACV y el resto de indicadores más habituales de la edificación y restringirse sólo a la estructura [Rodríguez F., 2011].
Referencias:
LIÉBANA, O.; G.PULIDO, MD; GÓMEZ, J.
2010 Evolution and sustainability of in-situ concrete flat slabs in office buildings. XXVII IAHS World Congress on housing, Design for sustainability and refurbishment, Santander, octubre 2010.
RODRÍGUEZ GARCÍA, F.
2011 Estructuras sostenibles: mitos y retos. Fhecor Ingenieros Consultores. Jornada Técnica Anual 2011 ACHE. 20 de Junio de 2011.
Otros:
José María Merino Thomas LOS ÍNDICES ICES E ISMA DE LA EHE-08 DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL FABRICANTE DE HORMIGÓN PREPARADO Y DE PREFABRICADOS DE HORMIGÓN